El Reino Unido quiere quedarse con 7 mil millones de dólares en Bitcoin incautados durante un fraude
El error es vender. Comprar en el mínimo se ha convertido en un mantra en el mundo cripto. Los errores pasados en torno a bitcoin han servido de lección: el Reino Unido parece decidido a no renunciar jamás a lo que ahora se llama “oro digital”. Frente al auge de las criptomonedas y su volatilidad, Londres adopta una postura firme: sin importar la presión, ya no se liquida. Esta negativa a liquidar revela una fuerte ambición política y simbólica en el juego global que rodea a BTC.

En resumen
- El Reino Unido retiene 61.000 BTC incautados durante un fraude masivo de origen chino.
- Las víctimas, 128.000 personas, exigen la restitución total en bitcoin, no en libras.
- Las autoridades consideran una redistribución parcial, basada en el valor inicial de las pérdidas.
- Hay una batalla legal en curso, que podría durar hasta 2027 según los abogados de las víctimas.
El ascenso de la “Reina del Bitcoin” y la incautación récord
Aún antes del caso Qian, las estafas románticas relacionadas con bitcoin se multiplicaban: un hombre perdió recientemente 1,4 millones de dólares en cripto, creyendo haber encontrado el amor. Esta historia comienza en China, entre 2014 y 2017: Zhimin Qian lanza una enorme estafa, prometiendo rendimientos inflados a miles de inversores.
El esquema colapsa. Qian convierte los fondos en bitcoin y luego huye al Reino Unido con documentos falsificados.
En Hampstead, en 2018, las fuerzas del orden descubren 61.000 BTC en dispositivos digitales, una incautación que la prensa británica calificó como la mayor operación cripto jamás realizada.
Juzgada en septiembre de 2025 en Londres, Qian se declara culpable de posesión y transferencia de bienes criminales —sin que el fraude principal, cometido en China, sea juzgado directamente. Aún queda un juicio civil, previsto para enero de 2026, que enfrenta al Reino Unido y a las 128.000 víctimas chinas.
¿El problema? Saber si Londres puede legalmente quedarse o devolver los BTC. Este caso, a medio camino entre un thriller digital y jurisprudencia global, cuestiona la capacidad de los estados para manejar crímenes cripto en zonas grises legales.
Estado vs Víctimas: Batalla por derechos y ganancias
El corazón del caso es legal: ¿a quién deberían pertenecer los bitcoins incautados? El Reino Unido afirma basar su retención en la ley de bienes criminales. Sin embargo, muchos abogados especializados recuerdan el principio de “equitable tracing”, que permite a las víctimas establecer la propiedad y recuperar activos robados.
Ashley Fairbrother dijo en los medios:
No estoy seguro de que la ley inglesa esté del lado del gobierno británico respecto a su capacidad para quedarse con los Bitcoin incautados.
Algo no cuadra porque el Estado suele proponer reembolsar el valor original del fraude en moneda fiat, no el valor actual de BTC, lo que hace que las víctimas pierdan miles de millones en plusvalías.
Si el tribunal acepta este mecanismo, el Reino Unido capturaría la diferencia, capitalizando el crecimiento de bitcoin a lo largo de los años. Las víctimas exigen la restitución de BTC, valorados hoy, no solo el monto inicial. El tribunal civil deberá decidir entre el interés presupuestario nacional y una justicia internacional de equidad.
El precedente podría influir en cómo otros estados manejan incautaciones cripto transfronterizas en el futuro.
El Reino Unido anticipa el post-venta: postura estratégica y simbólica
Vender estos bitcoins sería negar la lección del mercado: mantener es mejor. El Reino Unido demuestra que prefiere conservar este capital digital intacto en vez de liquidarlo. Esta elección surge de una postura de poder simbólico y económico. Londres se posiciona como un actor clave en la regulación cripto global.
Algunos datos clave:
- 61.000 BTC incautados en Hampstead—la mayor incautación individual en el Reino Unido;
- 128.000 víctimas reclaman sus derechos contra el Estado británico;
- El valor actual supera ampliamente el monto inicial perdido (~£5 mil millones);
- El juicio civil se abrirá en enero de 2026.
Este conservadurismo forma parte de una estrategia: no ceder ante el mercado, imponer jurisprudencia. El Reino Unido intenta establecer una norma: cuando un estado incauta criptos, no las vende inmediatamente; las conserva como activos estratégicos. Esta postura podría inspirar a otras naciones a hacer lo mismo.
En Estados Unidos, la venta de BTC no se discute desde que Donald Trump asumió el cargo. Su gobierno mantiene sus activos digitales. Mejor aún: su ministro Scott Bessent afirma que no se descarta que EE.UU. compre nuevos bitcoins. Una señal de que, para algunos, la estrategia no es solo mantener, sino también fortalecer reservas.
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
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