El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, elogió un nuevo hábito que está ganando fuerza en X: los usuarios que llaman a la IA de la plataforma, Grok, para que opine sobre los tweets. En una publicación en su cuenta de X, Buterin calificó “la facilidad para invocar a Grok en Twitter” como uno de los desarrollos más importantes para la “amistad con la verdad” del sitio, equiparando su impacto únicamente al de Community Notes. Agregó que una ventaja clave es la imprevisibilidad de las respuestas de Grok, recordando ocasiones en las que la gente esperaba que el bot confirmara afirmaciones políticas extremas, y en cambio se sorprendían cuando Grok “los deja pagando”.
Grok, el chatbot desarrollado por xAI e integrado en X, rápidamente se ha convertido en una parte visible de la dinámica de conversación de la plataforma. Los usuarios suelen invocar a Grok en las respuestas para pedirle que verifique hechos, brinde contexto o simplemente se burle de una publicación solicitando el veredicto del bot. Ese comportamiento, que puede parecer una forma automatizada de ridiculizar, ha cambiado la manera en que se desarrollan los debates en el sitio: en lugar de interactuar con el autor original, muchos participantes recurren a Grok como árbitro externo.
Impulsando la verdad en X
El respaldo de Buterin llega en medio de un debate más amplio sobre si las IAs vinculadas a redes sociales mejoran el discurso o amplifican sus peores instintos. Los partidarios señalan la capacidad de Grok para proporcionar contexto rápidamente y corregir falsedades evidentes, ayudando a los lectores a ver a través de la desinformación. Los escépticos advierten que convertir una IA en un arma retórica corre el riesgo de degradar el tono de las discusiones, invitando a las personas a usar la verificación de hechos como herramienta de humillación en lugar de comprensión.
La controversia sobre el comportamiento de Grok se intensificó tras varios incidentes de alto perfil en los que el bot proporcionó respuestas inesperadas, a veces incendiarias, cuando se le preguntó sobre temas delicados. Periodistas e investigadores han señalado patrones de respuestas extrañas o cargadas políticamente, lo que ha generado críticas sobre cómo se dirige y modera a Grok. Esos episodios han hecho que algunos observadores sean cautelosos a la hora de depender de una sola IA vinculada a la red para juzgar afirmaciones controvertidas.
Los comentarios de Buterin también reflejan su elogio anterior a Community Notes, la función descentralizada de verificación de hechos en X que ha descrito como un paso alentador hacia la búsqueda de la verdad de manera colectiva en las plataformas sociales. Al destacar ambas herramientas, señaló su apoyo a mecanismos informados por la comunidad y en capas que pueden contrarrestar la desinformación, reconociendo implícitamente la naturaleza imperfecta y a veces sorprendente de los respondedores automáticos.
Mientras Grok sigue integrándose en los intercambios cotidianos en X, es probable que persista la tensión entre su utilidad y su imprevisibilidad. Por ahora, los usuarios están experimentando: algunos tratan al bot como una verificación rápida de sentido común; otros lo usan como arma; y unos pocos, como señala Buterin, se sorprenden cuando la máquina se niega a desempeñar el papel que esperaban.
