Bitget App
Trading Inteligente
Comprar criptoMercadosTradingFuturosEarnCentroMás
Informe macro del mercado cripto: Revalorización de la liquidez ante la combinación de recorte de tasas de la Reserva Federal, suba de tasas del Banco de Japón y las vacaciones de Navidad

Informe macro del mercado cripto: Revalorización de la liquidez ante la combinación de recorte de tasas de la Reserva Federal, suba de tasas del Banco de Japón y las vacaciones de Navidad

Odaily星球日报Odaily星球日报2025/12/18 08:06
Mostrar el original
Por:Odaily星球日报

I. Recorte de tasas de la Reserva Federal: el camino hacia una relajación tras la baja de tasas

El 11 de diciembre, la Reserva Federal anunció, como se esperaba, una reducción de tasas de 25 puntos básicos. A primera vista, esta decisión coincidió plenamente con las expectativas del mercado, e incluso fue interpretada momentáneamente como una señal de giro hacia una política monetaria más laxa. Sin embargo, la reacción del mercado se enfrió rápidamente: tanto las acciones estadounidenses como los criptoactivos cayeron en sincronía, y la aversión al riesgo aumentó notablemente. Este movimiento, aparentemente contraintuitivo, revela un hecho clave del entorno macroeconómico actual: un recorte de tasas no equivale necesariamente a una relajación de la liquidez. Durante esta semana de “superbancos centrales”, el mensaje transmitido por la Reserva Federal no fue el de “volver a inundar de liquidez”, sino el de imponer restricciones claras al espacio de política futura. En cuanto a los detalles de la política, los cambios en el gráfico de puntos impactaron sustancialmente las expectativas del mercado. Las últimas proyecciones muestran que la Reserva Federal podría realizar solo un recorte de tasas en 2026, significativamente por debajo de las dos o tres veces que el mercado había descontado previamente. Más importante aún, en la estructura de votación de esta reunión, tres de los doce miembros con derecho a voto se opusieron explícitamente al recorte, y dos de ellos propusieron mantener las tasas sin cambios. Esta divergencia no es un ruido marginal, sino una clara señal de que la Reserva Federal está mucho más alerta al riesgo inflacionario de lo que el mercado había entendido antes. En otras palabras, este recorte de tasas no es el inicio de un ciclo de relajación, sino más bien un ajuste técnico en un entorno de tasas altas, destinado a evitar un endurecimiento excesivo de las condiciones financieras.

Informe macro del mercado cripto: Revalorización de la liquidez ante la combinación de recorte de tasas de la Reserva Federal, suba de tasas del Banco de Japón y las vacaciones de Navidad image 0

Por eso, lo que el mercado realmente espera no es un “recorte único”, sino una trayectoria de relajación clara, sostenible y previsible. La lógica de valoración de los activos de riesgo no depende del nivel absoluto de las tasas actuales, sino del descuento sobre el entorno de liquidez futura. Cuando los inversores perciben que este recorte no abre un nuevo espacio de relajación, sino que incluso podría limitar de antemano la flexibilidad futura de la política, las expectativas optimistas previas se corrigen rápidamente. La señal de la Reserva Federal se asemeja a un “analgésico”: alivia temporalmente la tensión, pero no resuelve el problema de fondo; al mismo tiempo, la postura contenida revelada en la orientación futura obliga al mercado a reevaluar la prima de riesgo. En este contexto, el recorte de tasas se convierte en un típico caso de “se agota el efecto positivo”. Las posiciones largas construidas en torno a expectativas de relajación comienzan a debilitarse, y los activos con valoraciones elevadas son los primeros en verse afectados. Los sectores de crecimiento y los de alta beta en la bolsa estadounidense sufren primero, y el mercado cripto tampoco se salva. La corrección de bitcoin y otros criptoactivos principales no se debe a una sola noticia negativa, sino a una reacción pasiva ante la realidad de que “la liquidez no regresará rápidamente”. Cuando el spread de futuros se reduce, la demanda marginal de ETF disminuye y la aversión al riesgo cae en general, los precios tienden naturalmente a niveles de equilibrio más conservadores. Un cambio más profundo se observa en la migración de la estructura de riesgos de la economía estadounidense. Cada vez más estudios señalan que el riesgo central para la economía de EE. UU. en 2026 podría no ser una recesión cíclica tradicional, sino una contracción de la demanda provocada directamente por una fuerte corrección en los precios de los activos. Tras la pandemia, surgió en EE. UU. un grupo de “jubilados en exceso” de unos 2,5 millones de personas, cuya riqueza depende en gran medida del desempeño del mercado de acciones y de los activos de riesgo, generando una alta correlación entre su consumo y los precios de los activos. Si las acciones u otros activos de riesgo caen de forma sostenida, la capacidad de consumo de este grupo se reducirá en paralelo, generando un efecto negativo sobre la economía en general. En esta estructura económica, el margen de maniobra de la Reserva Federal se ve aún más limitado. Por un lado, la presión inflacionaria persiste y una relajación prematura o excesiva podría reavivar el alza de precios; por otro, si las condiciones financieras siguen endureciéndose y los precios de los activos sufren una corrección sistémica, el efecto riqueza podría transmitirse rápidamente a la economía real y provocar una caída de la demanda. Así, la Reserva Federal se encuentra en un dilema extremadamente complejo: seguir combatiendo la inflación con fuerza podría provocar un colapso de los precios de los activos; tolerar una inflación más alta ayudaría a mantener la estabilidad financiera y los precios de los activos.

Cada vez más participantes del mercado empiezan a aceptar la idea de que, en futuras disputas de política, la Reserva Federal probablemente optará por “proteger el mercado” en momentos clave, en lugar de “proteger la inflación”. Esto implica que el nivel central de inflación a largo plazo podría subir, pero la liberación de liquidez a corto plazo será más cautelosa e intermitente, en lugar de formar una ola sostenida de relajación. Para los activos de riesgo, este no es un entorno favorable: la velocidad de descenso de las tasas no es suficiente para sostener las valoraciones, y la incertidumbre sobre la liquidez persiste. En este contexto macroeconómico, el impacto de esta semana de “superbancos centrales” va mucho más allá del recorte de 25 puntos básicos en sí. Marca una corrección adicional en las expectativas sobre la “era de liquidez infinita”, y sienta las bases para la posterior subida de tasas del Banco de Japón y la contracción de liquidez de fin de año. Para el mercado cripto, esto no es el fin de la tendencia, pero sí una etapa clave para recalibrar riesgos y comprender de nuevo las restricciones macroeconómicas.

II. Suba de tasas del Banco de Japón: el verdadero “desactivador de la liquidez”

Si la Reserva Federal, durante la semana de “superbancos centrales”, hizo que el mercado se desilusionara y corrigiera sus expectativas sobre la “liquidez futura”, la acción que el Banco de Japón tomará el 19 de diciembre se asemeja más a una operación de “desactivación de bomba” que afecta directamente la estructura financiera global. Actualmente, la probabilidad de que el Banco de Japón suba la tasa en 25 puntos básicos, llevando la tasa de política de 0,50% a 0,75%, ya roza el 90%. Este ajuste, que parece moderado, implica que Japón llevará su tasa de política al nivel más alto en treinta años. La clave no está en el valor absoluto de la tasa, sino en la reacción en cadena que este cambio genera en la lógica de los flujos globales de capital. Durante mucho tiempo, Japón ha sido la fuente de financiación de bajo costo más importante y estable del sistema financiero global; si este supuesto se rompe, el impacto irá mucho más allá del mercado local japonés.

Informe macro del mercado cripto: Revalorización de la liquidez ante la combinación de recorte de tasas de la Reserva Federal, suba de tasas del Banco de Japón y las vacaciones de Navidad image 1

En los últimos más de diez años, los mercados de capitales globales han formado un consenso estructural casi tácito: el yen es una “moneda de bajo costo permanente”. Bajo una política ultra laxa de largo plazo, los inversores institucionales pueden pedir prestado yenes a costo casi cero o incluso negativo, convertirlos en dólares u otras monedas de alto rendimiento, y posicionarse en acciones estadounidenses, criptoactivos, bonos de mercados emergentes y otros activos de riesgo. Este modelo no es un arbitraje de corto plazo, sino que ha evolucionado hasta convertirse en una estructura de fondos de largo plazo de varios trillones de dólares, profundamente integrada en el sistema global de precios de activos. Debido a su larga duración y alta estabilidad, el carry trade en yenes pasó de ser una “estrategia” a convertirse en un “supuesto de fondo”, rara vez considerado por el mercado como una variable de riesgo central. Sin embargo, si el Banco de Japón entra claramente en un ciclo de suba de tasas, este supuesto se verá obligado a ser reevaluado. El impacto de la suba de tasas no se limita al aumento marginal del costo de financiación; más importante aún, cambia las expectativas del mercado sobre la dirección a largo plazo del yen. Cuando la tasa de política sube y la estructura de inflación y salarios cambia, el yen deja de ser una moneda de financiación pasiva y depreciada, y puede convertirse en un activo con potencial de apreciación. Bajo esta expectativa, la lógica del carry trade se destruye de raíz. Los flujos de capital, antes guiados por el “diferencial de tasas”, ahora incorporan el “riesgo cambiario”, y la relación riesgo-retorno se deteriora rápidamente.

En este contexto, las opciones para los fondos de arbitraje no son complejas, pero sí muy disruptivas: o cierran posiciones anticipadamente para reducir la exposición de deuda en yenes, o soportan pasivamente la presión combinada de tipo de cambio y tasas. Para fondos de gran tamaño y alto apalancamiento, la primera suele ser la única vía viable. Y la forma de cerrar posiciones es muy directa: vender los activos de riesgo en cartera, recomprar yenes y cancelar la financiación. Este proceso no distingue calidad de activos, fundamentos ni perspectivas de largo plazo; el único objetivo es reducir la exposición total, por lo que se observa una clara “venta indiscriminada”. Acciones estadounidenses, criptoactivos y activos de mercados emergentes suelen verse presionados al mismo tiempo, generando caídas altamente correlacionadas. La historia ha demostrado varias veces la existencia de este mecanismo. En agosto de 2025, el Banco de Japón sorprendió al subir la tasa de política al 0,25%; aunque el aumento no fue agresivo en términos tradicionales, provocó una reacción violenta en los mercados globales. Bitcoin cayó 18% en un solo día, varios activos de riesgo sufrieron presión simultánea, y el mercado tardó casi tres semanas en recuperarse. El impacto fue tan fuerte porque la suba de tasas fue inesperada y los fondos de carry trade se vieron obligados a desapalancarse rápidamente sin preparación. La próxima reunión del 19 de diciembre será diferente a ese “cisne negro”; se parece más a un “rinoceronte gris” cuyo movimiento ya se anticipa. El mercado ya espera la suba de tasas, pero la expectativa no significa que el riesgo esté totalmente descontado, especialmente si el aumento es mayor y se suma a otras incertidumbres macroeconómicas.

Aún más relevante es que el entorno macroeconómico en el que se produce esta suba de tasas del Banco de Japón es más complejo que en el pasado. Las principales políticas de los bancos centrales globales están divergiendo: la Reserva Federal baja tasas nominalmente, pero restringe el espacio de relajación futura; el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra son relativamente cautos; y el Banco de Japón es uno de los pocos grandes que endurece la política de forma clara. Esta divergencia aumentará la volatilidad de los flujos de capital entre monedas, haciendo que el cierre de posiciones de carry trade no sea un evento único, sino un proceso que puede ser gradual y repetido. Para el mercado cripto, que depende en gran medida de la liquidez global, esta incertidumbre persistente implica que la volatilidad de precios podría mantenerse elevada durante un tiempo. Por lo tanto, la suba de tasas del Banco de Japón el 19 de diciembre no es solo un ajuste de política monetaria regional, sino un punto de inflexión que puede desencadenar un reequilibrio de la estructura global de capital. Lo que “desactiva” no es el riesgo de un solo mercado, sino el supuesto de bajo costo y alto apalancamiento acumulado durante años en el sistema financiero global. En este proceso, los criptoactivos, por su alta liquidez y beta, suelen ser los primeros en sentir el impacto. Este impacto no implica necesariamente un cambio de tendencia a largo plazo, pero casi seguro amplificará la volatilidad a corto plazo, reducirá la aversión al riesgo y obligará al mercado a reevaluar la lógica de flujos de capital que durante años se consideró natural.

III. Mercado navideño: el “amplificador de liquidez” subestimado

A partir del 23 de diciembre, los principales inversores institucionales de Norteamérica entran gradualmente en modo de vacaciones navideñas, y los mercados financieros globales ingresan en la etapa de contracción de liquidez más típica y subestimada del año. A diferencia de los datos macroeconómicos o las decisiones de los bancos centrales, las vacaciones no alteran ninguna variable fundamental, pero sí reducen notablemente la “capacidad de absorción” del mercado ante shocks en un corto período. Para los criptoactivos, que dependen en gran medida de la negociación continua y la profundidad de mercado, esta caída estructural de la liquidez suele ser más destructiva que un evento negativo aislado. En condiciones normales de negociación, el mercado cuenta con suficiente contraparte y capacidad de absorción de riesgo. Numerosos market makers, fondos de arbitraje e inversores institucionales proveen liquidez bidireccional de forma constante, permitiendo que la presión vendedora se disperse, retrase o incluso se cubra.

 Aún más preocupante es que las vacaciones navideñas no ocurren de forma aislada, sino que coinciden con la liberación de una serie de incertidumbres macroeconómicas. La Reserva Federal, durante la semana de “superbancos centrales”, emitió una señal de “recorte de tasas pero con tono hawkish”, restringiendo notablemente las expectativas de liquidez futura; al mismo tiempo, la inminente suba de tasas del Banco de Japón el 19 de diciembre está sacudiendo la estructura de carry trade en yenes que ha existido durante años. En circunstancias normales, estos shocks macroeconómicos podrían ser absorbidos gradualmente por el mercado a lo largo del tiempo, y los precios se reajustarían mediante la negociación continua. Pero cuando coinciden en la ventana de menor liquidez del año, su impacto deja de ser lineal y se amplifica notablemente. Esta amplificación no se debe al pánico, sino a un cambio en el mecanismo de mercado. La falta de liquidez comprime el proceso de descubrimiento de precios: el mercado no puede absorber la información gradualmente mediante operaciones continuas, sino que se ve obligado a ajustar mediante saltos de precios más bruscos. Para el mercado cripto, en este entorno las caídas no requieren nuevas noticias negativas; basta con una liberación concentrada de incertidumbre existente para desencadenar una reacción en cadena: la caída de precios provoca liquidaciones forzadas de posiciones apalancadas, lo que a su vez aumenta la presión vendedora, y esta presión se amplifica rápidamente en un libro de órdenes poco profundo, generando una volatilidad extrema en poco tiempo. Los datos históricos muestran que este patrón no es una excepción. Tanto en los primeros ciclos de bitcoin como en los años más recientes, el periodo de finales de diciembre a principios de enero siempre ha sido el de mayor volatilidad en el mercado cripto. Incluso en años de relativa estabilidad macroeconómica, la caída de liquidez en vacaciones suele ir acompañada de rápidas subidas o bajadas de precios; en años de alta incertidumbre macro, esta ventana temporal es aún más propensa a acelerar tendencias. En otras palabras, las vacaciones no determinan la dirección, pero amplifican enormemente el movimiento de precios una vez que la dirección se confirma.

IV. Conclusión

En resumen, la corrección que atraviesa actualmente el mercado cripto se asemeja más a una revalorización temporal desencadenada por cambios en la trayectoria de la liquidez global, y no a una simple reversión de tendencia. El recorte de tasas de la Reserva Federal no ha brindado un nuevo soporte de valoración a los activos de riesgo; por el contrario, las restricciones en la orientación futura han llevado al mercado a aceptar gradualmente un nuevo entorno de “baja de tasas pero liquidez insuficiente”. En este contexto, los activos de alta valoración y alto apalancamiento enfrentan presión de forma natural, y el ajuste del mercado cripto tiene una clara lógica macroeconómica.

Al mismo tiempo, la suba de tasas del Banco de Japón es la variable estructural más significativa de esta ronda de ajuste. El yen, durante mucho tiempo la moneda de financiación central para el carry trade global, si pierde su supuesto de bajo costo, no solo provocará movimientos de fondos locales, sino una contracción sistémica de la exposición a activos de riesgo a nivel global. La experiencia histórica muestra que estos ajustes suelen ser graduales y repetidos, y su impacto no se libera completamente en una sola jornada, sino que el proceso de desapalancamiento se completa a través de una volatilidad sostenida. Los criptoactivos, por su alta liquidez y beta, suelen reflejar primero esta presión, aunque esto no implica necesariamente que su lógica de largo plazo quede invalidada.

Para los inversores, el desafío central en esta etapa no es determinar la dirección, sino identificar los cambios en el entorno. Cuando la incertidumbre política y la contracción de liquidez coexisten, la gestión del riesgo se vuelve mucho más importante que la predicción de tendencias. Las señales de mercado realmente valiosas suelen aparecer después de que las variables macro se materializan y los fondos de arbitraje completan sus ajustes. Para el mercado cripto, el momento actual se parece más a una etapa de recalibración de riesgos y reconstrucción de expectativas, y no al final de la tendencia. La dirección de los precios a mediano plazo dependerá de la recuperación real de la liquidez global tras las vacaciones y de si la divergencia de políticas de los principales bancos centrales se profundiza aún más.

0
0

Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.

PoolX: Haz staking y gana nuevos tokens.
APR de hasta 12%. Gana más airdrop bloqueando más.
¡Bloquea ahora!
© 2025 Bitget