- Vietnam y Hong Kong entran en el top 10 mundial.
- Seis mercados de Asia-Pacífico aparecen entre los 20 primeros.
- La tokenización sube un 63% hasta superar los 25.700 millones de dólares.
El ascenso de Singapur a la cima de la adopción global de criptomonedas señala un cambio más amplio en la forma en que los activos digitales se están integrando en toda Asia-Pacífico.
Un nuevo índice publicado el martes por Bybit y DL Research muestra que la región está ganando influencia a medida que la claridad regulatoria, la participación minorista y los nuevos casos de uso de blockchain están transformando dónde ocurre la innovación.
Los hallazgos también revelan que la tokenización de activos en el mundo real, las stablecoins locales y las nóminas de criptomonedas se están extendiendo ahora por mercados que tradicionalmente dependían de sistemas financieros convencionales, situando Asia-Pacífico en el centro de la siguiente fase de la industria.
Intensificación del liderazgo regional
El Ranking Mundial de Criptomonedas evaluó a 79 países utilizando 28 métricas y 92 datos que analizaban la regulación, la preparación institucional y los niveles de participación de los usuarios.
Singapur aseguró la primera posición, superando a Estados Unidos, que ha caído en la última edición.
Lituania, Suiza y los Emiratos Árabes Unidos completaron el nivel superior de la lista, marcando un cambio respecto a las clasificaciones centradas en Occidente vistas en años anteriores.
Asia-Pacífico ofreció uno de los mejores resultados, con seis de sus mercados situados entre los 20 mejores del mundo.
Vietnam alcanzó el noveno puesto, mientras que Hong Kong aseguró el décimo al entrar en vigor su reajuste regulatorio.
Australia siguió de cerca en undécimo lugar, y Filipinas y Corea del Sur quedaron en decimoséptimo y vigésimo lugar, respectivamente.
La distribución indica que los patrones de adopción se están ampliando a medida que las economías regionales alinean la regulación con la demanda de los usuarios y el desarrollo del mercado.
Nuevos factores detrás de la adopción
El informe describe cómo cada mercado está avanzando por diferentes razones.
La primera posición de Singapur refleja un marco regulatorio claro, un régimen de licencias estructurado y altos niveles de participación.
Vietnam destaca por un tipo de crecimiento diferente. Casi el 20% de su población posee activos digitales principalmente para remesas, ahorro y protección contra la inflación.
El índice muestra que Vietnam ocupa el primer puesto a nivel mundial en uso transaccional y en la adopción de dispositivos de infraestructura física descentralizada.
Esto sugiere que el progreso del país se está impulsando desde cero, con los usuarios minoristas impulsando la mayor parte de la actividad.
El décimo puesto de Hong Kong refleja su intento de reconstruir la confianza tras los cambios regulatorios y la introducción de un nuevo sistema de licencias. Su nivel de penetración de usuarios la sitúa en el octavo puesto a nivel mundial.
El informe señala que la ciudad se posiciona como una mezcla de estructuras financieras occidentales y asiáticas, con las stablecoins y la tokenización actuando como catalizadores clave para la recuperación.
Las tendencias emergentes ganan tracción global
Más allá de los rankings, los resultados señalan tres tendencias que moldean el comportamiento global.
La tokenización de activos en el mundo real se ha expandido un 63% hasta superar los 25.700 millones de dólares desde enero.
Esto indica un interés creciente en convertir activos tradicionales en formatos basados en blockchain para operaciones y liquidaciones.
Las stablecoins atadas a la moneda local también están ganando terreno. Estos tokens están surgiendo en mercados que quieren reducir la dependencia del dólar mientras apoyan transacciones nacionales y transfronterizas.
Su crecimiento sugiere una mayor comodidad con los mecanismos de liquidación digital tanto entre usuarios institucionales como minoristas.
Esto refleja un cambio hacia la integración de activos digitales en la actividad financiera cotidiana en lugar de tratarlos únicamente como instrumentos de inversión.



