Bancos centrales y Bitcoin: el experimento pionero de custodia del Banco Nacional Checo
Durante mucho tiempo, la relación entre los bancos centrales y bitcoin ha estado marcada por la sospecha y la vacilación. Aunque muchas autoridades monetarias han considerado la emisión de monedas digitales de banco central, pocas han contemplado seriamente mantener bitcoin como activo de reserva. Sin embargo, el Banco Nacional Checo ha lanzado un proyecto piloto para probar la custodia directa de bitcoin, una medida que cambia radicalmente este panorama y que podría redefinir nuestra percepción sobre la gestión de la riqueza soberana en la era digital.
Para comprender el significado de este avance, CoinRank entrevistó a Lucien, analista de Trezor, quien ha seguido durante mucho tiempo el mercado de bitcoin y la evolución de la autocustodia. Lucien, residente en Praga y con un profundo conocimiento del ecosistema checo de bitcoin, ofrece una perspectiva única sobre por qué esta iniciativa del Banco Nacional Checo (CNB) es importante y cómo podría influir en el futuro de la política monetaria y la soberanía financiera.
Método del sandbox operativo
“Esto no es exactamente como sugieren muchos titulares de prensa”, aclaró Lucien al inicio de la conversación. “El Banco Nacional Checo no está incorporando bitcoin inmediatamente a sus reservas oficiales. Han creado lo que llaman un sandbox operativo: una cartera de prueba valorada en 1 millón de dólares, que incluye bitcoin, una stablecoin en dólares y un depósito bancario tokenizado.”
Explicó que este entorno controlado tiene un propósito específico: desarrollar capacidades internas antes de asumir compromisos mayores. “El sandbox permite al banco central adquirir experiencia práctica en todos los aspectos, desde la custodia y la gestión de claves hasta el cumplimiento de normas contra el lavado de dinero, la contabilidad, y la liquidación y auditoría en cadena”, detalló Lucien. “Es un enfoque de aprender haciendo, muy diferente de los debates teóricos que han dominado durante años en el ámbito de los bancos centrales.”
Cuando se le preguntó por el momento de esta iniciativa, Lucien señaló una contradicción interesante. “Justo diez meses antes de que el Banco Nacional Italiano lanzara este plan piloto, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, afirmó categóricamente que ningún banco central del Consejo de Gobierno del BCE se involucraría con bitcoin. Sin embargo, ahora vemos que un país miembro lo está haciendo.” Hizo una pausa y añadió: “Esta desconexión revela diferencias clave entre las autoridades monetarias en cuanto a innovación y gestión de riesgos: algunas siguen oponiéndose ideológicamente, mientras que otras están dispuestas a experimentar.”
Lucien destacó que esta medida está muy alineada con la estrategia general de Aleš Michl, presidente del Banco Nacional Checo. “Michl ha hablado abiertamente sobre el potencial de bitcoin como inversión a largo plazo y ha guiado al banco hacia la diversificación de reservas, incluyendo una importante compra de oro. Esta cartera de prueba fue propuesta por él mismo en enero de 2025, reflejando una filosofía meditada y no una reacción pasiva a la presión del mercado o al sentimiento público.”
Bitcoin como activo al portador
En nuestra conversación, bitcoin fue frecuentemente denominado “oro digital”. Al preguntarle por esta comparación, Lucien respondió: “Creo que esta afirmación es fundamentalmente correcta, pero existen matices importantes. Lo esencial es entender bitcoin como un activo al portador, similar al oro, cuyo valor soberano proviene de la propiedad directa y no de un derecho frente a otra institución.”
Comparó esto con las reservas tradicionales de divisas: “El principio operativo de las reservas de divisas es completamente diferente. En última instancia, son derechos frente al sistema de otro gobierno, lo que inevitablemente introduce riesgo político. Bitcoin y el oro no tienen ese riesgo, ya que las instituciones pueden custodiarlo directamente.”
Al preguntarle si bitcoin es realmente superior al oro, Lucien se mostró aún más entusiasta. “En la práctica, bitcoin puede superar al oro. El oro requiere bóvedas, seguros, transporte armado y verificación de pureza, todo lo cual implica costes elevados y una logística compleja. Bitcoin requiere una gestión adecuada de claves, pero una vez que la institución domina esta capacidad, la seguridad y eficiencia en la transferencia del activo aumentan considerablemente. La liquidación toma solo unas horas, no semanas, y la estructura de costes es completamente diferente.”
También subrayó otra ventaja clave: “La transparencia inherente que ofrece bitcoin no tiene comparación con el oro. Por ejemplo, El Salvador comparte en tiempo real sus tenencias de bitcoin en la cadena, y cualquiera puede verificarlas de forma independiente. En el caso de las reservas de oro, el público solo puede confiar en los datos publicados por el banco central. Pero con bitcoin, esta transparencia está integrada en el propio protocolo.”
Desafíos clave en la gestión
Al hablar de los retos operativos para los bancos centrales, Lucien no dudó: “Si hay un obstáculo operativo que destaca sobre los demás, es la gestión de claves. Es el mayor desafío porque es muy complejo y no hay red de seguridad: las transacciones de bitcoin no se pueden revertir. Cualquier error en la gestión de claves puede significar una pérdida permanente e irreversible.”
Continuó: “La buena noticia es que, en principio, las instituciones financieras ya comprenden la autorización multinivel. Durante décadas, los bancos han utilizado sistemas de doble aprobación, donde las transacciones grandes requieren la firma de varias personas. Las multifirmas de bitcoin son esencialmente la versión criptográfica de este concepto.”
Pero Lucien enfatizó una diferencia clave: “El reto está en el mecanismo de ejecución: es una cuestión de principios matemáticos, no de políticas internas. No puedes saltarte las reglas ni hacer excepciones, lo que significa que los procedimientos de gobernanza y firma deben ser impecables desde el principio.”
Analizó uno por uno los problemas concretos que quitan el sueño a los funcionarios de los bancos centrales: “¿Quién posee qué claves? ¿Cuál es el umbral de firmas? ¿Qué ocurre si alguien deja la institución o en caso de emergencia? ¿Cómo rotar las claves de forma segura? ¿Cómo implementar sistemas de respaldo sin introducir nuevas vulnerabilidades? Cada cuestión implica ventajas y desventajas que deben sopesarse cuidadosamente.”
“Estos problemas son solucionables”, aseguró Lucien, “pero requieren el desarrollo de nuevas capacidades operativas. Por eso el CNB ha adoptado el enfoque del sandbox: les permite abordar estos retos con un riesgo limitado antes de escalar.”
La posición única de la República Checa
A medida que la conversación giraba hacia Chequia, la pasión de Lucien por el ecosistema nacional de bitcoin era evidente. “La infraestructura de bitcoin existente en la República Checa suele pasar desapercibida”, dijo, “a diferencia de muchos países donde el banco central debe guiar al público hacia la adopción de bitcoin, en Chequia no hace falta. El público ya lo utiliza con entusiasmo desde hace más de diez años.”
Enumeró de un tirón una serie de contribuciones impresionantes: “La República Checa tiene el primer pool de minería del mundo. El primer monedero hardware, Trezor, también nació aquí, y hemos contribuido a muchos de los estándares de bitcoin que aún se usan hoy. Praga es conocida como la capital mundial de bitcoin, con más de 1.000 lugares donde se puede comerciar con bitcoin, lo que la convierte en una de las regiones con mayor concentración de transacciones de bitcoin en Europa.”
“No es solo una aplicación teórica”, enfatizó Lucien, “está integrada en la actividad comercial diaria. La primera conferencia mundial de bitcoin se celebró en Praga en 2011, y hoy la ciudad acoge BTC Prague, la mayor conferencia exclusivamente de bitcoin en Europa.”
Al preguntarle por el entorno regulatorio, destacó una ventaja clave: “La legislación checa ya apoya la adopción de bitcoin de forma práctica. Mantener bitcoin durante tres años o más está exento de impuestos. Los pagos cotidianos con bitcoin tampoco tributan. Estas políticas demuestran que el gobierno comprende el potencial de bitcoin y ha creado un entorno que fomenta tanto la tenencia a largo plazo como el uso diario, algo poco común en el marco regulatorio europeo.”
Lucien planteó una perspectiva interesante sobre la relación entre la adopción pública y la institucional: “El nivel del público ya está muy por delante del de muchos países de la UE. El proyecto piloto del Banco Nacional Checo no pretende fomentar la adopción pública, sino que busca que el banco central se ponga al día y mejore su capacidad de gestión de reservas potenciales. Esto invierte la narrativa habitual, donde la autoridad monetaria lidera y el público sigue.”
Comparación de enfoques regulatorios
Al discutir cómo otras jurisdicciones podrían imitar el modelo checo, Lucien hizo una distinción importante. “Es fundamental entender que hay dos tipos diferentes de iniciativas que a menudo se confunden”, explicó. “Singapur, Suiza, Emiratos Árabes Unidos y, cada vez más, Estados Unidos, han estado construyendo marcos regulatorios integrales para el mercado minorista de criptomonedas, incluyendo licencias para exchanges, proveedores de custodia, emisores de stablecoins y la tokenización de valores tradicionales.”
Continuó: “El proyecto piloto del CNB representa una situación fundamentalmente diferente. Es un experimento operativo interno del propio banco central. No es un marco regulatorio dirigido al público, sino una cuestión de activos mantenidos en el balance de la autoridad monetaria. Son decisiones institucionales independientes que no necesariamente están relacionadas entre sí.”
Destacó la singularidad del enfoque checo: “La República Checa está aplicando ambos métodos a la vez. Han establecido reglas razonables para el mercado minorista —pagos cotidianos con bitcoin exentos de impuestos, exención de plusvalías a los tres años— y ahora el banco central está probando activamente la viabilidad de bitcoin como reserva. La mayoría de las jurisdicciones solo adoptan uno de estos enfoques, no ambos.”
Al preguntarle por la filosofía regulatoria checa, Lucien fue directo: “Se enfatiza el aprendizaje práctico en lugar del debate teórico interminable. Mientras otras regiones siguen redactando documentos de discusión y recomendaciones de política, el Banco Nacional Checo ya está mejorando directamente sus capacidades operativas. Es un enfoque pragmático que prioriza la experiencia práctica sobre la discusión burocrática.”
Impacto en el futuro del dinero
Al final de la conversación, le pregunté a Lucien por sus perspectivas de futuro. “Predecir exactamente cómo evolucionará el panorama monetario mundial en los próximos diez o quince años es especulativo”, admitió, “pero ciertos fundamentos siguen siendo claros. El programa de suministro y la política monetaria de bitcoin son fijos y transparentes: sabes exactamente lo que obtendrás. La certeza de las monedas fiduciarias es mucho menor, ya que su suministro varía según decisiones políticas.”
Considera que los primeros adoptantes tendrán una ventaja significativa: “Los bancos centrales que comprendan el papel de bitcoin como activo soberano neutral —especialmente los más pequeños y ágiles— podrían obtener ventajas considerables. Pueden actuar más rápido que las grandes instituciones sujetas al consenso político y la inercia burocrática, lo que podría darles ventaja en la próxima crisis monetaria.”
Lucien enfatizó: “Lo que bitcoin ofrece fundamentalmente es la opción. Independientemente de la jurisdicción o el tamaño de la institución, se aplica por igual a todos y ofrece las mismas garantías. En los próximos años, la decisión de los bancos centrales de utilizar esta herramienta y su capacidad para implementarla eficazmente probablemente determinará qué autoridades monetarias prosperan y cuáles no.”
Matizó con cautela: “No se trata de reemplazar la moneda fiduciaria por bitcoin; se trata de ofrecer una opción adicional para diversificar las reservas.”
En su declaración final, Lucien volvió a mencionar el proyecto piloto del Banco Nacional Suizo: “Las instituciones que ya están desarrollando capacidades de custodia de bitcoin tienen ventaja sobre las que ignoran este campo. El proyecto piloto del Banco Nacional Suizo, aunque pequeño —solo 1 millón de dólares—, la experiencia operativa que están acumulando podría volverse invaluable a medida que evoluciona el panorama monetario. En un mundo donde los instrumentos financieros soberanos son cada vez más escasos, saber cómo custodiar activos al portador sin riesgo de contraparte representa una ventaja estratégica significativa, y esa ventaja se acumula con el tiempo.”
“Por ahora, el experimento del Banco Nacional Checo sigue siendo solo eso: un experimento”, concluyó. “Sin embargo, su mera existencia desafía las percepciones de larga data sobre lo que los bancos centrales pueden y deben hacer. Queda por ver si otras autoridades monetarias seguirán el ejemplo, pero la puerta ya está abierta. En el ámbito de la política monetaria, como en muchos otros, la brecha entre la teoría y la práctica suele ser más importante que la teoría misma. El Banco Nacional Checo ha optado por la práctica y, al hacerlo, ha proporcionado un mapa de ruta para otros bancos centrales que elijan explorar este camino.”
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