El autor de "Padre Rico, Padre Pobre", Kiyosaki, rompe el silencio, habla sobre la bajada de tasas de la Reserva Federal y llama a invertir en bitcoin.

Robert Kiyosaki regresa y está haciendo lo que mejor sabe hacer: vincular las decisiones de la Reserva Federal con la planificación de la riqueza personal y utilizarlas como cebo. Bitcoin entra en el centro del debate.

Tras cinco días de silencio, Kiyosaki, autor de "Padre Rico, Padre Pobre", respondió al último recorte de tasas de la Reserva Federal, calificándolo como una señal temprana de una nueva ronda de flexibilización cuantitativa, lo que marca el regreso de lo que él llama la "falsa impresora de dinero". Según Kiyosaki, lo que sigue es una fase en la que la expansión de la liquidez supera la producción real de la economía.

La clave es que la consecuencia directa de la política expansiva de la Reserva Federal es la presión inflacionaria, que primero afecta los gastos cotidianos y solo después impacta los precios de los activos. La moneda fiduciaria se deprecia y solo los activos duros pueden absorber el golpe; tal como revela Kiyosaki, esa es la razón por la que aumentó inmediatamente su posición en plata física tras la acción de la Reserva Federal.

No es porque necesite más exposición a metales, sino porque considera que la política monetaria transfiere constantemente el poder adquisitivo de los ahorradores.

El precio de la plata ya se ha disparado, ¿y Bitcoin?

Sí, la plata ocupa un lugar central en su perspectiva reciente. Kiyosaki señala que en 2024 el precio de la plata ronda los 20 dólares por onza y cree que, si la expansión monetaria se acelera, para 2026 el precio de la plata podría alcanzar los 200 dólares por onza. Pero tanto Bitcoin como Ethereum están agrupados en la misma cesta; Kiyosaki trata a estas criptomonedas como alternativas monetarias, no como soluciones tecnológicas.

El enfoque de Kiyosaki no está en la volatilidad de precios a corto plazo, sino en la supervivencia de los activos dentro de un sistema que él considera fundamentalmente inestable. Apuesta a que una política expansiva agresiva reconstruirá las burbujas de activos más rápido que el crecimiento de los ingresos, por lo que planea posicionar sus inversiones en áreas donde la depreciación se propague, en lugar de donde destruya el valor.