Cripto, oro, fondos de cobertura: inversores estadounidenses cambian de estrategia
Los puntos de referencia tradicionales de la inversión están tambaleándose. Ante la volatilidad del mercado y la pérdida de confianza en las carteras clásicas, cada vez más inversores estadounidenses están dejando de lado las acciones y los bonos para explorar activos considerados más dinámicos: crypto, oro, petróleo, private equity. Este movimiento refleja un cuestionamiento profundo de los modelos establecidos, impulsado tanto por la desconfianza como por la búsqueda de rentabilidad y libertad. Un cambio estructural confirmado por las últimas cifras de la encuesta de Charles Schwab.
En resumen
- Una encuesta de Charles Schwab revela que el 45 % de los inversores estadounidenses están interesados en activos alternativos como crypto, oro o petróleo.
- Dos tercios de los encuestados creen que las acciones y los bonos ya no son suficientes para construir una cartera sólida.
- El auge de los ETF alternativos permite un acceso simplificado a estos activos, con más de 1,000 billions de dólares invertidos en EE.UU. en 2025.
- Los recientes desarrollos regulatorios facilitan la integración de activos alternativos en los planes de ahorro y jubilación en EE.UU.
La gran atracción por los activos alternativos
Mientras los aranceles de Trump causaron caos en el mercado crypto, un estudio reciente publicado por Charles Schwab revela un cambio importante en los comportamientos de inversión en Estados Unidos.
De hecho, el 45 % de los inversores encuestados dicen querer invertir su dinero en activos no tradicionales, una categoría que incluye cryptos, materias primas como oro o petróleo, bienes raíces privados, private equity y hedge funds.
Este deseo de diversificación también está respaldado por un rechazo a la cartera convencional. “Dos tercios de los encuestados creen que limitarse a acciones y bonos ya no es suficiente”, afirma el informe. Una pérdida explícita de confianza en las estrategias clásicas que, según los analistas, refleja un punto de inflexión generacional y estructural en la gestión de patrimonios.
En este contexto, los ETF (exchange-traded funds) juegan un papel central. Permiten a los inversores acceder a estos activos complejos sin las restricciones tradicionales de las inversiones privadas. Según State Street Investment Management, más de 1,000 billions de dólares se han invertido en ETF en Estados Unidos este año, una parte significativa destinada a ETF vinculados al oro y cryptos, informa CNBC. Varias razones explican este entusiasmo:
- Accesibilidad: los ETF pueden comprarse y venderse en cualquier momento, incluso fuera del horario de mercado, a diferencia de muchos fondos privados;
- Liquidez: los inversores ya no están sujetos a períodos de bloqueo o ventanas de rescate restringidas;
- Simplificación administrativa: evitan las formalidades complejas que a menudo se asocian con productos alternativos no cotizados;
- Exposición controlada: permiten un enfoque medido y progresivo a clases de activos más volátiles.
“Estas inversiones privadas a menudo tienen períodos de bloqueo de varios años y ventanas de rescate restringidas,” recuerda Cathy Curtis, directora de Curtis Financial Planning. Para ella, los ETF son un punto de entrada interesante pero no exento de límites: “para carteras pequeñas, los alternativos deberían limitarse al 5 %. Las carteras más grandes pueden llegar hasta el 10–15 %”.
Un cambio impulsado por los jóvenes y favorecido por la regulación crypto
Más allá de las cifras, la encuesta destaca un fenómeno generacional significativo. Los inversores jóvenes, especialmente Millennials y la Generación Z, son los más inclinados a abandonar los modelos tradicionales de ahorro en favor de soluciones percibidas como más audaces.
Charles Schwab incluyó a 200 inversores de la Generación Z y 200 inversores crypto en su panel para captar mejor esta tendencia. El hallazgo es inequívoco: una gran parte de los jóvenes encuestados rechazan las recomendaciones clásicas en favor de lo que algunos analistas ya llaman una forma de “nihilismo financiero”, donde se prefiere explorar nuevas clases de activos, incluso a costa de una mayor volatilidad.
Este cambio no solo está impulsado por individuos. También está facilitado por el entorno regulatorio. La administración Trump firmó una orden ejecutiva en agosto para integrar más fácilmente los activos alternativos en los planes de jubilación corporativos, una decisión que podría abrir el acceso a estos productos a millones de empleados estadounidenses.
Al mismo tiempo, la SEC ha flexibilizado ciertas reglas, especialmente las que rigen el lanzamiento de ETF crypto spot, haciendo que su entrada al mercado sea más rápida y fluida. Estas dos medidas combinadas podrían transformar la inversión en productos alternativos, ampliando su adopción mucho más allá de los círculos de inversores expertos.
Mientras el apetito por los activos alternativos gana terreno, como lo demuestra el fuerte repunte de los ETF de Bitcoin y Ethereum, parece estar en marcha una redefinición de los modelos de inversión. Entre la apertura regulatoria y las innovaciones financieras, las fronteras tradicionales se desvanecen gradualmente, revelando una nueva arquitectura de riqueza, más diversificada pero también más exigente.
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
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